Junio es Orgullo: un llamado a defender derechos, dignidad y democracia.

Con la llegada de junio, iniciamos una vez más la conmemoración del Mes del Orgullo LGBT+, una fecha cargada de memoria histórica, resistencia y reafirmación de nuestra dignidad como comunidad diversa. Este mes nos invita no solo a celebrar los avances alcanzados, sino también a reflexionar colectivamente sobre los desafíos actuales en un contexto nacional e internacional marcado por el avance preocupante de discursos autoritarios y antiderechos.

La historia del Orgullo remonta a los disturbios de Stonewall en 1969, una revuelta encabezada por personas trans, racializadas y empobrecidas frente a la violencia policial en Nueva York. Desde entonces, el mes de junio se ha transformado en un símbolo de lucha, visibilidad y exigencia de derechos humanos para lesbianas, gays, bisexuales, personas trans, no binarias y Queer en todo el mundo.

En Chile, a pesar de algunos avances legales en las últimas décadas, las barreras estructurales siguen siendo profundas. La discriminación en los servicios de salud, educación, trabajo y justicia continúa afectando la vida de muchas personas LGBT+. La falta de políticas públicas robustas en materia de cuidados, salud mental, prevención del VIH y acompañamiento integral demuestra que el reconocimiento legal no basta: se requiere voluntad política, presupuesto y una acción sostenida desde el Estado.

Este 2025 nos encuentra en un escenario especialmente desafiante. Diversas señales indican que sectores de ultraderecha intentan avanzar con fuerza en el escenario político nacional, promoviendo discursos de odio, criminalizando nuestras existencias y proponiendo retrocesos legales en nombre del “orden” o de la “familia tradicional”. Ya hemos visto este guion en países como Italia, Hungría o Estados Unidos, donde gobiernos conservadores han desmontado derechos fundamentales conquistados por las disidencias sexo-genéricas, restringido el acceso a información sexual, prohibido expresiones identitarias y perseguido a quienes educan o trabajan en inclusión.

Frente a este contexto, hacemos un llamado claro y urgente a toda la ciudadanía:

🔸 Infórmate.
🔸 Organízate.
🔸 Vota en conciencia.

Lo que está en juego no es solo la continuidad de algunas políticas públicas. Lo que está en juego es el derecho a vivir con libertad, con dignidad y sin miedo. Como comunidad diversa no estamos dispuestas a retroceder. No queremos volver a los clósets, a la marginalidad ni al silencio impuesto por la violencia estructural.

Este Mes del Orgullo, reafirmamos nuestra memoria, nuestra alegría, nuestro derecho a amar y ser, y nuestra decisión de seguir luchando, en las calles y en las urnas, por una democracia inclusiva, plural y sin exclusión.

¡El futuro será diverso o no será!

COMUNICACIONES ACCIONGAY