GOBIERNO DERECHISTA ITALIANO ATACA A LAS FAMILIAS HOMOPARENTALES

La derecha italiana no duda en alzar el tono de su discurso en contra de las familias homoparentales. El presidente de la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Federico Mollicone, ha dicho que la maternidad subrogada es “más grave que la pederastia”. Frase utilizaba pocas horas antes por el ex senador de la Liga de Salvini, Simone Pillon que, en la jornada del lunes en una entrevista al diario La Stampa, alertaba además sobre la intención de “demoler la familia tradicional». Otro líder de Hermanos de Italia, Fabio Rampelli ataca directamente a las parejas que piden la transcripción del certificado de nacimiento tras haber recurrido a la gestación subrogada en el extranjero porque, dice, “hacen pasar a esos niños como sus propios hijos”.

El portavoz del Senado del partido de Giorgia Meloni, Lucio Malan, ataca también diciendo que “el objetivo de estas parejas es privar al pequeño de uno de los dos padres para imponerles algo que no existe: “dos padres” o “dos madres”. Por su parte, la Ministra de Igualdad y Familia, Eugenia Roccella, lanza el debate en televisión afirmando que “la maternidad subrogada abre un mercado de niños”. En definitiva, una lluvia de declaraciones que marca las intenciones del partido de Gobierno ya anticipadas en campaña electoral contra las familias no tradicionales.

La gran polémica parte de una circular del Ministerio de Interior, publicada hace unos días, que pedía a los alcaldes que dejasen de emitir certificados de nacimiento de hijos nacidos en el extranjero con gestación subrogada o, en el caso de una pareja de mujeres por donación de esperma, también en el extranjero, ya que en Italia es solo posible para parejas heterosexuales.

El Gobierno de Giorgia Meloni indicaba así que bloquearía la inscripción de hijos con padres del mismo sexo en todos los ayuntamientos. La noticia saltó a la luz en concreto por el caso de Milán, que era uno de los pocos ayuntamientos en Italia que reconocía certificados de nacimiento con padres del mismo sexo, donde el prefecto de la ciudad anunció al alcalde la nueva prohibición. Añadía que sólo “el progenitor que tenga vínculo biológico con el nacido” puede mencionarse en el acta de nacimiento. La directiva apela ahora a todo el país y la única opción que queda para estas familias es la adopción.

La coalición derechista se desmarca así de la legislación que ampara a estas familias homosexuales en muchos otros estados de la Unión Europea. Rechazó además en una comisión del Senado el “Certificado Europeo de Paternidad” propuesto por la Comisión Europea para reconocer automáticamente la paternidad establecida en otro Estado miembro, incluidas las familias LGTB. Un procedimiento para poner en línea las legislaciones de los 27, no con efecto de ley, sino de propuesta, al que el Ejecutivo Meloni se niega. El Gobierno italiano sostiene que la regulación europea en este sentido invade el derecho nacional y que la norma que permite la inscripción de ambos padres es demasiado amplia y que incluye los casos de vientre subrogado. Es precisamente esta la gran lucha de las últimas horas del partido de la premier que tiene intención de llevar el tema también a las Cámaras, donde ha sido presentada una propuesta de ley para que esta gestación se convierta en delito universal.

La polémica noticia, que no afectará a los certificados ya emitidos en estos últimos años en algunos ayuntamientos italianos, o sea no tiene efecto retroactivo, impedirá, sin embargo, a muchas otras familias homoparentales, que están esperando ahora un hijo, que puedan reconocer legalmente ser dos padres o dos madres del recién nacido. Cientos de personas se reunieron este pasado fin de semana en Milán para protestar contra el Gobierno central y la voz de la nueva líder de la oposición, Elly Schlein, secretaria general del PD, se hizo oír. Dijo que afrontará diversas propuestas que “reconozcan por ley el derecho de las parejas homosexuales”. Precisamente el alcalde de la ciudad, el progresista Beppe Sala, fue el primero en lamentar esta orden “un claro paso atrás desde el punto de vista político y social”. Él permitió desde 2022 que unas 300 familias pudiesen acceder a la vía principal, la que usan las parejas heterosexuales, para la inscripción de sus hijos, sin tener que recurrir a la adopción.

Pero no está solo, los alcaldes de otras grandes ciudades italianas se han unido en un fuerte contra el Gobierno de derechas de Giorgia Meloni. Han sido Matteo Lepore de Bolonia, Dario Nardella de Florencia, Roberto Gualtieri de Roma y Stefano Lo Russo de Turín, todos del Partido Democratico. Precisamente Lepore ha comentado que seguirá transcribiendo los certificados de natalidad de las parejas homoparentales. “Asumimos nuestra responsabilidad, el vacío legal que existe se debe resolver inmediatamente”, dijo. Es precisamente esa falta de regulación la que creaba una disparidad hasta el momento donde, en algunos ayuntamientos estaba permitido y, en otros, por decisión del propio gestor local, no. La intención es la de reabrir una batalla parlamentaria a partir de esta red de ayuntamientos para tutelar estas familias con el objetivo de que la ley italiana las incluya, pero el Gobierno Meloni planta cara a la oposición y echa leña al fuego de este debate.

Fuente: Niusdario.com

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