El día de ayer, la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados aprobó la idea de legislar sobre el proyecto de Ley de Identidad de Género, al cual el Gobierno puso discusión inmediata.
Los diputados esperan que el proyecto sea puesto en tabla en la Sala el día martes 16 de enero. Para ello, la idea es que el jueves próximo se despache de la comisión. La votación se realizó luego de una intensa discusión entre parlamentarios, organizaciones y público asistente, fue de 8 votos contra 4. A favor lo hicieron (Felipe) Kast, Poblete, Letelier, Gutiérrez, Saffirio, Saldívar, Ojeda y Carvajal; en contra votaron Coloma, Paulsen, Sabag y Bellolio.
En el debate expusieron Zuliana Araya, concejal transgénero de Valparaíso; Marco Becerra de ACCIONGAY, Marcela Aranda, impulsora del Bus de la Libertad; y Pía Adriazola, esposa de José Antonio Kast.
Adriazola, entre otros argumentos, cuestionó que una verdad objetiva, como el sexo verificado en el acta de nacimiento, entre en contradicción con una percepción subjetiva que, en este caso, y tal como lo describe el proyecto, sería la convicción personal de “cómo la persona se percibe a sí misma”. La pregunta es, dijo la esposa del excandidato presidencial, “¿la identidad se basa sobre una realidad objetiva o sobre una realidad subjetiva?“, asegurando que la certeza jurídica requiere datos objetivos (…), “o si no, yo podría decir ‘soy una persona de 60 años y quiero que me jubilen»”.
“A nivel internacional en tanto, existe una noción consensuada por expertos y expertas en derechos humanos, recogida por organismos internacionales y algunos derechos comparados, que define la identidad de género de la forma en que el proyecto se manifiesta. Es entendida como la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual podría corresponder o no al sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo, que podría involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea libremente escogida, y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de hablar y los modales”. Marco Becerra
Zuliana Araya, quien además es presidenta del Sindicato trans AFRODITA de la Región de Valparaíso, recordó que el Estado les debe mucho ya que hace 20 0 40 años atrás la discriminación los condenaba a la muerte en cárceles y a la tortura por sólo andar vestidas de mujer. “Yo lo viví, lo sufrí, ejercí el comercio sexual 33 años. Cuando trabajábamos en el norte la policía nos iba a dejar botadas a la pampa, ahí mataban a nuestras compañeras”. “Queremos esta ley porque nuestras compañeras siguen sufriendo, en los hospistales o para hacer trámites”, agregó.
Marcela Aranda, la impulsora del Bus de la Libertad, acusó una “utilización del caso de su hijo” por parte del Movilh y del Gobierno. Aranda, también aseguró que el “lobby de la diversidad sexual se llevó a su hijo” y no la dejó hablar con él, “nunca antes manifestó una actitud afeminada o ninguna actitud que manifestara una inclinación hacia el sexo femenino”.
“El proyecto de ley busca establecer una regulación eficaz y adecuada que permita acceder al cambio de la inscripción registral relativa al sexo y nombre de una persona, cuando dicha inscripción no se corresponde o no es congruente con la identidad de género de quien lo solicita, contando así con un cuerpo legal adecuado que ponga término al uso de normativas no idóneas y cumpliendo a la vez con estándares internacionales de derechos humanos que obligan a Chile en materia de igualdad, no discriminación, derecho a la identidad, y protección de la dignidad humana y otros derechos y libertades fundamentales”. Marco Becerra Silva
El proyecto que se discute en este momento, que sin duda ha sido mejorado notablemente desde su ingreso al Congreso Nacional en 2013, ha ido tomando en cuenta durante su tramitación legislativa las particularidades del sistema social y normativo chileno y las demandas ciudadanas, con miras a lograr la mejor ley posible para un país como el nuestro, que tiene compromisos internacionales y que está inserto en un mundo en que los derechos humanos, de todos, todas y todes y no de algunos, son los que deben respetarse.