La lucha contra el VIH en Chile ha avanzado significativamente gracias a la ampliación del acceso a tratamientos antirretrovirales (TAR), que han permitido que muchas personas que viven con VIH (PVVIH) mantengan una carga viral indetectable y lleven una vida plena y saludable. Sin embargo, uno de los desafíos críticos sigue siendo asegurar una adherencia sostenida a largo plazo, ya que esta es clave para lograr la supresión viral, evitar la transmisión del virus y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En este contexto, la incorporación de tratamientos antirretrovirales inyectables ofrece una solución innovadora para mejorar la adherencia al tratamiento y, por lo tanto, su efectividad. A continuación, se presenta una justificación técnica para incluir este tipo de terapias en la canasta GES.
- Mejoras en la Adherencia al Tratamiento:
La adherencia a los tratamientos orales diarios de TAR puede verse afectada por diversos factores, como la fatiga del tratamiento, el olvido de las dosis, el estigma asociado a tomar medicación visible y las complicaciones logísticas para obtener los medicamentos en centros de salud. Estos factores son una de las principales causas de fracaso en el control del VIH, lo que puede llevar a un aumento de la carga viral, resistencia a los medicamentos y mayor riesgo de transmisión.
Los tratamientos inyectables, que se administran cada dos meses, ofrecen una alternativa atractiva para las PVVIH que tienen dificultades para mantener una adherencia diaria. Estudios clínicos han demostrado que estos tratamientos:
- Mejoran la adherencia, al reducir el número de dosis requeridas y liberar a los pacientes de la rutina diaria de toma de pastillas.
- Reducen la carga psicológica de los pacientes que enfrentan ansiedad o miedo a ser descubiertos al tomar su medicación oral en público.
- Favorecen la continuidad del tratamiento en poblaciones con dificultades de acceso a servicios de salud o con horarios de trabajo irregulares que complican la adherencia diaria.
Al mejorar la adherencia, se espera que más personas viviendo con VIH mantengan una carga viral indetectable, lo que está directamente relacionado con una reducción en la transmisión del VIH, logrando así un impacto positivo en la salud pública.
- Reducción de la Transmisión del VIH:
Las personas que viven con VIH y mantienen una carga viral indetectable no transmiten el virus (I=I: Indetectable = Intransmisible). Al garantizar una adherencia alta mediante el uso de tratamientos inyectables, se puede reducir significativamente la transmisión del VIH a nivel comunitario. Esto es especialmente importante en poblaciones clave, donde las tasas de adherencia pueden verse más afectadas por barreras estructurales como el estigma, la falta de acceso a recursos médicos y las desigualdades sociales.
Con el tratamiento inyectable, el control a largo plazo del VIH es más predecible, lo que refuerza las estrategias de prevención combinada, alineadas con los objetivos de ONUSIDA de alcanzar las metas 95-95-95.
- Optimización de los Recursos del Sistema de Salud:
La administración de tratamientos inyectables cada dos meses no solo beneficia a los pacientes, sino que también tiene un impacto positivo en la optimización de recursos en el sistema de salud. Los tratamientos inyectables:
- Disminuyen la frecuencia de visitas médicas necesarias para controlar el suministro de medicación, lo que alivia la carga en los centros de salud y permite dedicar más tiempo a la atención de otras patologías o nuevas infecciones.
- Reducen la necesidad de almacenamiento y distribución frecuente de medicamentos, dado que la cantidad de dosis necesarias al año es menor que la de los TAR orales.
- Favorecen la planificación de la compra de medicamentos, al poder prever con mayor certeza el uso de estos tratamientos a largo plazo, gracias a la adherencia sostenida.
La reducción en las visitas médicas y la disminución de los costos asociados a la gestión de las medicinas, al simplificarse el régimen de tratamiento, puede traducirse en ahorros significativos para el sistema de salud.
- Impacto Positivo en la Calidad de Vida de las Personas Viviendo con VIH:
La introducción de los antirretrovirales inyectables cada dos meses responde a una creciente demanda de las PVVIH por tratamientos más convenientes y menos intrusivos. Los pacientes han reportado que este tipo de terapias mejoran su calidad de vida al disminuir la carga diaria asociada al manejo de su enfermedad. Este beneficio va más allá de la adherencia al tratamiento, ya que:
- Elimina el recordatorio constante de la enfermedad, lo que reduce el estrés asociado a vivir con VIH.
- Facilita la gestión del tratamiento, especialmente para aquellos con vidas ocupadas o itinerarios impredecibles, donde tomar pastillas a diario puede ser complicado.
- Disminuye el estigma personal y social, ya que se evita el almacenamiento y consumo diario visible de medicamentos, lo que puede ser una fuente de discriminación o revelación no deseada del estado serológico.
- Contribución a las Metas de ONUSIDA 95-95-95:
La incorporación de tratamientos inyectables es un paso clave para alcanzar las metas de ONUSIDA 95-95-95, que buscan que el 95% de las personas que viven con VIH conozcan su diagnóstico, el 95% de las personas diagnosticadas estén en tratamiento, y el 95% de las personas en tratamiento alcancen una supresión viral sostenida.
Al facilitar la adherencia, los tratamientos inyectables permiten que un mayor número de pacientes mantengan la supresión viral, acercando al país a la meta del 95% de supresión viral. Además, al reducir la carga de tratamiento y mejorar la calidad de vida de las personas, también se incentiva que más personas permanezcan en tratamiento, logrando cumplir la meta del 95% de personas diagnosticadas en tratamiento activo.
La incorporación de los tratamientos antirretrovirales inyectables representa una inversión estratégica que contribuirá de manera significativa a mejorar la adherencia al tratamiento, reducir la transmisión del VIH y optimizar los recursos del sistema de salud, todo mientras se mejora la calidad de vida de las personas viviendo con VIH.
Estos tratamientos son una herramienta poderosa para avanzar hacia las metas de ONUSIDA, consolidando el liderazgo de Chile en la respuesta al VIH y en la protección de los derechos y la salud de las personas que viven con el virus. Recomendamos al Minsal su incorporación en las próximas compras como una prioridad para la salud pública en Chile.
COMUNICACIONES ACCIONGAY