El fenómeno del bugchasing, o la búsqueda intencional de contraer el VIH, ha sido objeto de preocupación entre los profesionales de la salud pública y la comunidad científica, especialmente en algunos sectores de la comunidad de hombres homosexuales. Esta práctica, que puede parecer contradictoria, responde a una serie de factores complejos que incluyen la búsqueda de identidad, la transgresión y, en ciertos casos, el deseo de pertenencia. Este ensayo explora estudios que intentan arrojar luz sobre los motivos detrás del bugchasing y examina posibles estrategias de intervención desde el Estado para prevenir y reducir esta conducta de riesgo.
El término bugchasing hace referencia a la búsqueda activa y voluntaria de contraer el VIH. A menudo se da en contextos de encuentros sexuales sin protección entre personas seronegativas (o que desconocen su estado serológico) y personas seropositivas. El término se popularizó en la década de 1990 y se ha documentado en diversos países, principalmente en América del Norte y Europa, donde se han identificado comunidades en línea y grupos donde se fomenta o se discute abiertamente esta práctica.
Diversos estudios han tratado de comprender las razones por las cuales algunas personas eligen prácticas sexuales riesgosas de forma deliberada. Algunas investigaciones sugieren que el bugchasing puede estar motivado por una combinación de factores psicológicos, sociales y culturales, tales como:
Búsqueda de identidad y pertenencia: Algunos hombres homosexuales pueden sentirse atraídos hacia el bugchasing como un medio para pertenecer a una “comunidad” que comparte una experiencia común de vivir con VIH. Los estudios psicológicos indican que, para ciertos individuos, el ser seropositivo se percibe como un símbolo de identidad o inclusión en un grupo que ha sido históricamente estigmatizado, pero que también es visto como resiliente y cohesionado. En este sentido, contraer VIH puede verse, en términos de identidad, como una forma de pertenencia o afirmación.
Afrontamiento del estigma y la discriminación: El estigma que rodea al VIH puede llevar a algunas personas a adoptar una actitud fatalista hacia la infección. En un fenómeno psicológico conocido como «predisposición negativa», algunos pueden considerar la infección como algo inevitable y, al decidir cuándo y cómo contraerla, experimentan una percepción de control. Además, un estudio realizado por Pollak (2009) indica que, para algunos individuos, el riesgo extremo se convierte en una forma de enfrentar el estigma al perder el miedo al “contagio” y asumir una postura que desafía las normas sociales.
Erotización del riesgo y búsqueda de sensaciones: El riesgo sexual es un factor que, para algunos individuos, puede incrementar la excitación o la satisfacción. Este fenómeno es parte de lo que algunos estudios describen como la «erotización del riesgo», donde el acto de exponerse a la posibilidad de infección genera una carga emocional y sensorial que intensifica la experiencia. Estudios en el ámbito de la salud sexual han encontrado que esta práctica de riesgo extremo a menudo se asocia con conductas impulsivas y de búsqueda de sensaciones, y que puede coexistir con problemas de salud mental como la depresión o el abuso de sustancias.
En la era digital, las redes sociales y plataformas en línea han facilitado que personas con intereses o prácticas sexuales similares se conecten y compartan experiencias. Existen grupos y foros donde se normaliza e incluso se aleja el bugchasing, contribuyendo a que los usuarios perciban esta práctica como aceptable o deseable. Estudios han demostrado que, cuando el riesgo extremo se presenta como algo excitante o liberador en estas plataformas, se puede influir en la percepción individual del peligro, disminuyendo la percepción de riesgo y promoviendo conductas peligrosas.
Abordar el bugchasing requiere una intervención integral y multidimensional desde el Estado, que debe incluir programas de salud pública, campañas educativas y un enfoque de derechos humanos.
Campañas de concienciación sobre el VIH y educación sexual: La educación continua sobre el VIH y la importancia de la prevención sigue siendo una herramienta fundamental. Las campañas dirigidas a hombres homosexuales deben incluir información clara y accesible sobre los riesgos asociados al bugchasing, los métodos de prevención y la disponibilidad de tratamientos como la profilaxis preexposición (PrEP), que puede reducir significativamente el riesgo de contraer el VIH en personas expuestas.
Servicios de salud mental y apoyo psicológico: Dado que el bugchasing está vinculado a factores psicológicos como el deseo de pertenencia, el afrontamiento del estigma y problemas de salud mental, es fundamental que el Estado brinde servicios de salud mental accesibles y sin estigmas para la comunidad. homosexuales y bisexuales. Estos servicios deben incluir asesoría psicológica y apoyo emocional para aquellos que enfrentan el estigma, la discriminación o la soledad, y deben integrarse en los servicios de salud sexual y reproductiva.
Campañas de sensibilización contra el estigma: El estigma hacia las personas con VIH sigue siendo una barrera importante para la prevención y el tratamiento. Las campañas deben abordar no solo la discriminación hacia quienes viven con VIH, sino también los estigmas y prejuicios que enfrenta la comunidad homosexual. Al reducir la discriminación, el Estado puede contribuir a una sociedad en la que las personas se sientan seguras al hablar de su estado serológico y al buscar apoyo, sin temor al rechazo o a la estigmatización.
Fomento del acceso a PrEP y otras medidas de prevención: El acceso a la PrEP (profilaxis pre-exposición) es esencial para prevenir la transmisión del VIH en personas de alto riesgo. Asegurar que la PrEP esté disponible y sea asequible para todos los sectores de la población, especialmente los jóvenes homosexuales, es una medida que puede ayudar a reducir la incidencia del VIH y disminuir el atractivo de prácticas de riesgo extremo.
El bugchasing es una práctica compleja que responde a diversos factores psicológicos, sociales y culturales, y su abordaje requiere una respuesta integral por parte del Estado y la sociedad. A través de la educación, el acceso a servicios de salud mental, la reducción del estigma y la promoción de medidas preventivas como la PrEP, es posible trabajar hacia una sociedad que brinde apoyo y opciones de prevención a quienes están en riesgo de contraer el VIH. El objetivo es que todas las personas, independientemente de su orientación sexual, tengan acceso a una vida saludable ya una red de apoyo que respalde sus decisiones informadas y responsables.
COMUNICACIONES ACCIONGAY