Para algunos intelectuales, esto es un indicio de que el país es mucho más liberal de lo que habitualmente se cree. Otros señalan que ayudará a «correr el cerco» en el marco de la tolerancia, un proceso lento que desde el retorno de la democracia ha pasado de la eliminación de la homosexualidad del Código Penal, en 1999, a la aprobación de la unión civil, en 2015. También destacan que el suceso pondrá presión a los políticos, específicamente a la tramitación de la Ley de Identidad de Género, ingresada en 2013 y actualmente en el Senado.
En un país de terremotos, la noche del domingo hubo uno grado 10 en el terreno cultural. Chile, un país históricamente intolerante en materia de diversidad sexual, ganó su primer Oscar a la Mejor Película Extranjera con Una mujer fantástica, cinta de Sebastián Lelio que cuenta el drama amoroso de una mujer trans, interpretada por la actriz Daniela Vega.
«Esto es un regalo increíble», dijo Lelio sobre el escenario antes de dar las gracias a los productores del filme, Juan de Dios Larraín y Pablo Larraín, acompañados por Daniela y el actor Francisco Reyes.
El cineasta también agradeció especialmente el premio a Vega, por ser «la inspiración de esta película», una dedicatoria que fue recibida con un gran aplauso por el público del teatro Dolby de Los Ángeles.
Como guinda del postre, durante la ceremonia Vega además presentó a Sufjan Stevens, quien interpreta «Mystery of Love», tema central del filme Llámame por tu nombre, otra de las composiciones nominadas a Mejor Canción.
La actriz se transformó, de esta manera, en la primera artista chilena en presentar un acto en los premios de la Academia.
En la previa, Lelio había señalado que hay «un renacimiento de los temas que la película plantea y está ardiendo, con luces, con sombras, pero esa es una señal de que la película está viva y que el tema es urgente».
En relación con ser la primera actriz trans en estar con una participación en los Oscar, Vega dijo que «es importante y no solo para mí, sino que también para mucha gente que ha puesto su vida para poder generar un camino». «Yo en este momento estoy viviendo un espacio que se me ha otorgado, en el que mucha gente ha podido participar en el pasado, y yo no quisiera dejar de pensar en esas personas que tal vez ya no están aquí y que han podido ayudar a que este camino sea un poco menos pedregoso», remató.
Antes de coronarse en los Oscar, este largometraje ganó el Goya a la mejor película iberoamericana, consiguió el Oso de Plata al mejor guión en la Berlinale, y el sábado además se había adjudicado el premio Spirit del cine independiente al mejor filme internacional.
Una mujer fantástica retrata la vida de Marina, quien tras la muerte de su pareja debe enfrentarse al rechazo y los prejuicios de la sociedad sobre las personas transexuales.
La película de Lelio era la segunda producción chilena de la historia en lograr la nominación en este apartado de los Oscar, después de No (2012) de Pablo Larraín, una película que no salió vencedora en la ceremonia de 2013.
Una de las que celebró fue la Presidenta Michelle Bachelet. Como si fuera una poderosa señal, en su segundo Gobierno el país habrá ganado dos Premios Oscar: el primero con Historia de un oso, que en 2016 se impuso como Mejor Cortometraje Animado, con el tema de la represión y el exilio, y ahora Una mujer fantástica, con una temática que forma parte del mundo de las lesbianas, los gays, las personas trans, bisexuales e intersex (LGTBI)
La presidenta Bachelet aseguró que es un premio «que nos llena de orgullo, no solo reconoce a una película de gran calidad, sino a una historia de respeto por la diversidad que nos hace bien como país».
En el mismo sentido, el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, destacó que la cinta «presenta un Chile donde los temas sociales como los que se abordan en la película son contingentes y se enfrentan, donde la agenda valórica del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet ha sido fundamental en ampliar los márgenes del respeto e igualdad de nuestra sociedad con respecto a estas temáticas».
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