Una de las peculiaridades que hace que el VIH, el virus que causa el sida, sea imposible de eliminar del organismo y así curar a la persona con VIH es la capacidad que tiene este virus de esconderse de los tratamientos.
La terapia antirretroviral detiene la replicación del virus y ha salvado la vida de millones de personas. Sin embargo, la gran mayoría de los pacientes deben tomar su tratamiento de por vida porque continúan albergando el VIH latente en una pequeña cantidad de células del sistema inmunológico. En ausencia de tratamiento, el VIH puede volver a replicarse y recuperarse en sida en toda regla.
Pero es posible que esta situación pueda cambiar.
Un estudio que se publica en «Cell Host & Microbe», sugiere una nueva vía para destruir la capa que protege a las células que contienen el VIH y hacerlas susceptibles a los anticuerpos del propio paciente que, hasta ahora, no eran de mucha utilidad contra el VIH.
El equipo de investigadores dirigido por científicos de Universidad de Yale (EE.UU) y el Centro de Investigación del Hospital de la Universidad de Montreal (Canadá) interrumpió el tratamiento antirretroviral en un grupo de ratones que portaban plasma humano y células sanguíneas infectadas con el VIH.
Posteriormente trataron a los ratones con un fármaco desarrollado en la Universidad de Pensilvania que imita a los receptores de células T inmunes llamados CD4. La molécula similar a CD4 se une y expone las partes vulnerables de la envoltura viral en las células infectadas.
Y los resultados mostraron que los ratones no experimentaron ningún rebote de la infección o este se retrasó mucho antes de que se reiniciara la infección activa por VIH.
Los investigadores esperan que algún día el nuevo tratamiento elimine la necesidad de tratamientos antirretrovirales a largo plazo. La molécula similar a CD-4 en presencia de anticuerpos actúa como un «abrelatas» que permite que los anticuerpos reconozcan el virus y desencadenen una respuesta inmunitaria.
«El virus ahora puede ser reconocido por los anticuerpos del paciente que llaman a la ‘policía’ del sistema inmunológico, las células asesinas naturales, para deshacerse de las células infectadas», señala Andrés Finzi, coautor principal del estudio y profesor de la Université de Montreal.
De esta manera, los propios anticuerpos y células del paciente que están comúnmente presentes pueden eliminar el reservorio viral y prevenir el rebote viral. Estos hallazgos abren nuevas vías terapéuticas en la lucha contra este virus.
Comunicaciones ACCIONGAY