DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA HOMOFOBIA

El Día Internacional Contra la Homofobia, Lesbofobia y Transfobia (17 de mayo) se trata sobre reconocimiento. El reconocimiento de nuestras identidades diversas, de nuestras familias y de nuestro derecho a conformarlas, así como el reconocimiento de nuestros derechos más básicos, como derecho al acceso oportuno a salud, educación y trabajo.

También reconocemos este día a nuestros amigos, familiares y activistas que murieron víctimas del conservadurismo, el machismo y el patriarcado heteronormativo que incluso hasta nuestros días continúa activo en las instituciones y grupos de poder. Aquellas personas que no pudieron ver los avances de nuestra batalla por el fin a la discriminación, como lo son la Ley de VIH, la Ley Antidiscriminación, el Acuerdo de Unión Civil o la Ley de Identidad de Género, aquella que ha pasado 5 años durmiendo en el Congreso Nacional y que por fin en las próximas semanas será despachado para su promulgación.

Los avances en materia de no-discriminación no serían posibles hoy sin el valiente activismo de quienes hace ya muchos años atrás dieron origen a nuestras históricas organizaciones, como lo es –entre otras– la Corporación Chilena de Prevención del VIH/Sida, ACCIONGAY, organización tan importante como quienes hoy desde distintas trincheras, desde las organizaciones de la sociedad civil, desde el colectivo o desde la individualidad, contribuyen a que las cosas cambien y para bien.

Sin embargo, a pesar de los avances, hay mucho aún por hacer. Hoy vivimos la crisis de VIH más grande de la última década, el reconocimiento de los vínculos lesbomaternales sigue siendo una esperanza del futuro y la idea del matrimonio igualitario continúa generando fuerte escozor en algunos sectores políticos. Cada una de las reivindicaciones mencionadas anteriormente, tienen su origen en la histórica discriminación contra la diversidad y disidencia sexual y de género. Es decir, todas las demandas de nuestra comunidad tienen un componente común y es la necesidad de cambiar Chile y hacerlo más inclusivo y respetuoso de la diversidad en su conjunto.

Hay mucho que hacer aún y más que lo que podemos llegar a imaginar. El fin de la discriminación quizás no quedará resuelto –totalmente– al satisfacer las demandas actuales. Por ello, invitamos a todas, todos y todes a perseverar, a rendirse jamás y, a quienes leen estas palabras a través de la computadora o el teléfono, a que seamos cada vez más, porque el respeto a la diversidad sexual y de género no se trata solamente de un proyecto de ley en el Congreso o de un anuncio del Gobierno, sino que de un conjunto de pequeñas y grandes acciones realizadas por personas que hemos decidido hacer algo para transformar nuestra sociedad.

Fabián Álvarez

Equipo ACCIONGAY