El martes pasado, la sala de la Cámara de Diputadas y Diputadas discutió el proyecto que modifica la Ley Antidiscriminación, también llamada Ley Zamudio 2.0. El texto, patrocinado por el Gobierno, busca “fortalecer la prevención de la discriminación y promover y garantizar de mejor manera el principio de igualdad”.
La iniciativa fue rechazada con 63 votos a favor, 69 en contra y 13 abstenciones. Ahora, el texto será remitido a una comisión mixta para resolver las diferencias con el Senado, que previamente había aprobado el proyecto en su primera fase de tramitación.
La derecha representada por los partidos de Chilevamos; UDI, RN y Evópoli, y la extrema derecha de Republicanos, el Partido Social Cristiano e independientes afines, expresaron diversos discursos contrarios al proyecto. De hecho, varios de los exponentes hicieron reserva de constitucionalidad, entendiendo que algunos de sus preceptos vulneraban artículos de la Carta Fundamental.
Es así como entre los votos en contra, se acusó que las normas de la Ley Antidiscriminación cercenaban la libertad de opinión. Se refutó particularmente que se invierta la carga de la prueba y se sancione la omisión. Asimismo, se afirmó que es un proyecto “totalitario, ideológico y que destruye la seguridad jurídica”.
Especialmente inadecuado y discriminador fue la intervención del diputado de extrema derecha Cristóbal Urruticoechea (IND-Republicano), quien planteó que “por supuesto que hay que respetar el desvío ajeno, pero no tiene por qué ser obligación aplaudirlos o decirles a nuestros hijos que existen más de dos tipos de sexos, porque eso no es discriminar”.
Por parte del oficialismo, desde el PC y los partidos del Frente Amplio y Socialismo Democrático, así como independientes oficialistas, mostraron su respaldo al proyecto de ley. Consideraron que una actualización después de 12 años de aplicación era necesaria, ajustándola a la realidad actual. Además, destacaron la importancia de agilizar los trámites y brindar un verdadero apoyo a las víctimas de discriminación.
Junto a ello, se relevó que las normas contenidas en la propuesta van en la línea de los tratados de DD.HH. firmados por Chile. Por otro lado, el sector a favor de la iniciativa llamó a ponerse en el lugar de quienes sufren, día a día, discriminación y que tienen miedo. Asimismo, se pidió evitar nuevos casos como el de Daniel Zamudio, quien, recordemos, murió tras un ataque a golpes provocado por un grupo de simpatizantes neonazis por ser homosexual.
La diputada Emilia Schneider lamentó que no se avance en la iniciativa. “Lamentablemente la mayoría de la Cámara ha rechazado la protección a las víctimas de discriminación. Esto no se entiende, es inaceptable y aquí estamos con un grupo de organizaciones de la sociedad civil para llamar a recapacitar a la mayoría de las y los parlamentarios para que en la comisión mixta podamos arreglar este desastre”, afirmó.
“Llevamos mucho tiempo esperando por una reforma a la ley antidiscriminación, llevamos mucho tiempo esperando por una institucionalidad que promueva la igualdad y la inclusión en nuestro país, porque hoy día se siguen perdiendo vidas por culpa de la discriminación y eso no lo podemos seguir tolerando. Lamentablemente hoy día la Cámara de Diputados y Diputadas le da la espalda nuevamente a la ciudadanía”, agregó Schneider.
En la misma línea, la diputada y presidenta de la Comisión de DD.HH., Lorena Fries señaló que “en las sociedades democráticas tiene que cumplirse la idea de que todos somos iguales en dignidad y en derechos”.
“La discriminación niega eso y por eso constituye la piedra angular en materia de derechos humanos, porque en nuestras sociedades existen jerarquías sociales (…) tan básico como eso es una Ley de Antidiscriminación y esta ley no innova en nada, sino que se ponía al día con las deudas que tenemos en materia de derechos humanos”, manifestó.
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